[página en construcción]
Parecido comienzo, en lo relativo al abandono de la península, tuvo el siguiente periplo, al verano siguiente, en 2009. De menor calado kilométrico y con pretensiones de altura, el proyecto consistía en dormir rodeado por las nieves perpetuas que se supone habitan en las cumbres alpinas. Pero no. Para pisar la nieve hubo que abonar no menos de sesenta euros por barba y escalar la montaña teleféricamente hablando. Allí la vista se pierde entre la niebla mientras el altivo matterthon se muestra circunspecto. Allí también, a 3.780 m, comprendes mientras repones tus carnes pecadoras con un café calentito, que esto será, seguramente, lo más cerca que vas a estar de los cielos largamente prometidos.
Subida en el teleférico hasta la estación de esquí Klein Mattherhorn, frente al pico más alto de los Alpes. Natural. Se puede ascender a pie, pero no teníamos ni mucho tiempo ni muchas ganas. Otro día.
| TEXTO PRINCIPAL |
|
| TEXTO PRINCIPAL |
|